En la televisión educativa se unen el enorme potencial del aprendizaje con la capacidad de transformación: para manifestarse, ambas necesitan un espacio libre y accesible.
Crear contenidos desde cualquier medio de comunicación exige trabajar con rigor, apertura, variedad y calidad. Es una gran responsabilidad, que se vuelve aún mayor cuando hablamos de medios públicos, que por definición deben servir a la sociedad.
La responsabilidad también es una gran oportunidad: se ha dicho muchas veces y de muchas maneras, pero pocas con la elocuencia del físico estadounidense Michio Kaku en este video: «el conocimiento es poder, el conocimiento es democracia».
Quienes trabajamos en los medios de comunicación públicos, nos enfrentamos a la constante desacreditación de nuestra labor, debido al mito generalizado de que hacemos contenidos sin preocuparnos por la calidad y sin pensar en la audiencia; pero es todo lo contrario, especialmente cuando hablamos de medios destinados al aprendizaje.
Tenemos la certeza de que cuando creamos y distribuimos contenidos, estamos ofreciendo la posibilidad de que las personas perciban y se integren al mundo de formas distintas. Cuando concebimos lo público desde esa perspectiva, el conocimiento se transforma en una herramienta de cambio: es un círculo virtuoso en el que crece la sociedad y crece el conocimiento.
¿No es esa una de las funciones más importantes de la escuela? En la televisión educativa se unen el enorme potencial del aprendizaje con la capacidad de transformación: para manifestarse, ambas necesitan un espacio libre y accesible.
Una televisión educativa realmente diversa e incluyente no se puede dictar desde un escritorio en la metrópoli.
Esa es la apuesta. Cuando hablamos de recuperar lo público y los medios públicos, no hablamos de hacerlos ‘gubernamentales’, sino populares. Quiero ser muy precisa en esta definición: «populares» en el sentido de su pertenencia a todo el pueblo, es decir, a cualquier persona, sin distinción de género, nivel socioeconómico, lugar de residencia o creencias.
Una televisión educativa realmente diversa e incluyente no se puede dictar desde un escritorio en la metrópoli: debe crearse en los mismos ámbitos donde está la gente que la necesita. Por eso, estamos invitando a todas y todos quienes tengan proyectos educativos a sumarse a la Dirección General @prende.mx: aprovechen estos canales de comunicación que son públicos y, por lo tanto, suyos.
Por eso, si tienes una idea, un proyecto o una propuesta para hacer contenidos educativos en video o audio, para cualquier plataforma o formato, acércate a nosotros: queremos escucharte.
La cuenta de Twitter de esta Dirección es @aprende_mx y a mí puedes encontrarme como @pimentela_. Hagamos televisión pública, televisión de todas y todos.
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